Nueva York,my love.

Hoy voy a hablar sobre Nueva York. No voy a describir como son de altos los edificios ni a la velocidad a la que se mueven los taxis. Voy a escribir sobre lo que me inspira, sobre la manera de vivir del que vive ahi y del que viene unos días solamente. Cuando llegas todo te parece grande pero a la vez parece que estuviste alli desde siempre. Las luces te atrapan, la variedad de rasgos que pasan por delante de tus ojos te sobrecoje y el sonido sucio de la ciudad te hace correr, tan rapido que a pesar de que quieras verlo todo nunca te dará tiempo. Ni si quiera el que vivio diez años alli se conoce todos los rincones del gran laberinto en forma de ciudad.

Se respira novedad, parece que las ideas de las personas están en plena circulación. Nadie te mira como un turista y si quieres puedes conseguir un amigo aun siendo antisocial porque una simple sonrisa puede unir hasta los que ni se conocen a si mismos. Todos parecen uno solo pero al mismo tiempo cada uno tiene una historia diferente reflejada en sus ojos.

No se quien dijo que solo puedes sentir dos cosas por Nueva York, odio o amor incondicional. Yo me enamore del aire, de la armonia que existe dentro de tanto caos, del silencio que nadie escucha en plena apocalipsis ruidosa. De la simpleza de la gente mas rara, y de la complicidad que se esconde bajo la apariencia mas nomal. De la locura graciosa que te transmiten a través de una sonrisa.

Alli todo se mueve pero a la vez esta quieto. Todas las islas que lo conforman parecen neuronas formando una mente abierta con un pedacito de cada parte del mundo. Cuando llegas aqui te sientes vacio unas horas pero cuando pasa una noche te das cuenta de que aun sigues con las fuerzas que te dio cuando estabas alli. Sientes que puedes hacer grandes cosas dentro de lo minusculo que parece tu hogar al lado de Nueva York. Por el contrario cuando llegas alli tu mente se abre cual flor en primavera y empieza a absorver cosas maravillosas.

Es el lugar perfecto para escucharte a ti mismo. En realidad no hace falta irse de ermitaño al fin del mundo para poder escucharte a ti mismo porque escuchando todas las voces de Nueva York puedes oirte a ti mismo. Siempre habrá alguien que comparta lo mimso que tu y que piense como tu. Ni si quiera un idioma puede separarte ni crear barreras con la gente. No hechas de menos tu hogar porque poco a poco te va pareciendo el tuyo o al menos empieza a ser parte de ti. Estas obligado a volver porque no la amaste lo suficiente, no llegaste a conocer sus rincones mas íntimos. Y a pesar de que aprendiste mucho de ella, aquella tierra tiene mucho mas por enseñarte, mas de lo que imaginas.

Cada barrio es distinto y tiene su encanto. Las alcantarillas humeantes,las luces de neón, las pieles negras curtidas, las blancas de indiferencia y las morenas llenas de asombro. Es el único sitio donde realmente puedes sentirte parado dentro de una espiral de movimiento. Hasta el oscuro metro tiene su encanto, las lineas aveces indescifrables, y el movimiento brusco de los vagones cuando estan arrancando. No puedes distinguir entre ciudadano y turista porque ambos siguen asombrados en el mismo sitio y en el mismo lugar.


Escribiria mucho mas...

Subiré fotos en unos días para ilustrar este texto gracias por leerme .

Pondré un mini resumen de todos los días que estuve alli en Nueva York, con fotos. Espero acordarme de cada pequeño detalle para mantenerlo vivo en la posteridad.

Rebeca Cygnus